Fatiga constante: cuando el cansancio no se va con dormir más
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¿Por qué siempre estás cansada aunque descanses? Descubre qué puede estar pasando en tu cuerpo y cómo empezar a restaurar tu energía desde dentro.
Te despiertas ya cansada. El día avanza y arrastras el cuerpo, la mente y el ánimo. Comes bien, duermes tus horas… pero sigues sin energía. Esa fatiga que no se va, que no tiene una causa clara, pero que afecta tu día a día, tu concentración, tu humor, tus ganas.
No estás sola.
La fatiga funcional o persistente afecta a miles de personas, especialmente mujeres en etapa activa, exigente o de sobrecarga mental. Y no siempre se resuelve con dormir más o tomarte un café.
En este artículo te explicamos:
- Qué puede causar esa fatiga constante
- Por qué no siempre es estrés o falta de sueño
- Cómo influye lo que comes, lo que piensas y lo que no ves
- Y cómo empezar a abordarla desde dentro, con respeto y conciencia
Fatiga no es solo estar cansada: es no poder recuperar
Hay una diferencia entre cansancio y fatiga:
- El cansancio es una señal natural tras un esfuerzo. Se resuelve con descanso.
- La fatiga persiste, incluso después de dormir, parar o “no hacer nada”.
Y cuando se vuelve crónica, puede afectar tu claridad mental, tu estado de ánimo, tu piel, tu digestión, tu motivación… y tu capacidad de sentirte tú misma.
Causas comunes de fatiga funcional
Detrás de la fatiga constante no hay una sola causa. Suelen coexistir varios factores que alteran tu equilibrio interno, sin que necesariamente tengas una enfermedad diagnosticada.
1. Déficits de micronutrientes
- Magnesio: esencial para la producción de energía (ATP), la función neuromuscular y la resiliencia al estrés.
- Vitaminas del grupo B (B1, B5, B6): regulan el metabolismo energético y el sistema nervioso.
- Vitamina C: necesaria para combatir el estrés oxidativo y apoyar el sistema inmunitario.
Una alimentación aparentemente “correcta” puede ser insuficiente si hay:
- Estrés crónico
- Dietas pobres en alimentos frescos
- Uso de medicamentos o anticonceptivos
- Enfermedades digestivas
2. Estrés prolongado
El estrés crónico agota recursos internos. Produce una demanda continua de cortisol, que a la larga:
- Disminuye la calidad del sueño
- Agota minerales y vitaminas
- Dificulta la regeneración celular
Y lo peor: te acostumbras a vivir así.
3. Trastornos del descanso
Dormir no siempre es descansar. Si tu sueño es superficial o interrumpido, no se produce la recuperación fisiológica profunda que tu cuerpo necesita para regenerarse.
Causas comunes:
- Desequilibrios de melatonina
- Exceso de luz azul y pantallas por la noche
- Niveles bajos de magnesio o GABA
- Ansiedad o hiperactivación nocturna
4. Desequilibrios hormonales o digestivos
Cambios hormonales (como el síndrome premenstrual, perimenopausia, hipotiroidismo leve) pueden afectar los ritmos del cuerpo.
También una disbiosis intestinal (alteración de la microbiota) puede influir en:
- La absorción de nutrientes
- El estado anímico (por la conexión intestino-cerebro)
- La inflamación de bajo grado, que agota silenciosamente
¿Por dónde empezar a recuperar tu energía?
El primer paso no es “hacer más”.
Es escucharte, observarte y restaurar tu equilibrio con respeto.
1. Apoya tu base nutricional
Una buena formulación con magnesio y vitaminas B y C puede ayudarte a:
- Reforzar tu metabolismo energético
- Calmar el sistema nervioso
- Reducir la niebla mental
- Recuperar la capacidad de descanso
Y si es en tres tomas diarias, aún mejor: permite mantener niveles más estables, evitar picos y mejorar la absorción sin sobrecargar el intestino.
2. Respeta tus ritmos
- Cena temprano, evita pantallas después de las 21 h
- Haz pausas conscientes durante el día
- Baja el ritmo sin sentir culpa
3. Observa (sin juicio) lo que agota
A veces lo que más fatiga no es físico, sino emocional. Revisar límites, relaciones y exigencias también forma parte del proceso.
¿Y si cuidarte fuera empezar a escucharte?
En NATURSÍ creemos que la energía no se recupera desde la exigencia, sino desde el respeto. Por eso creamos fórmulas que acompañan, no que empujan.
Como Magnesio Plus, diseñado con:
- Bisglicinato y citrato de magnesio: dos formas bien absorbidas y suaves
- Vitaminas B1, B5 y B6 → soporte energético
- Vitamina C → antioxidante y apoyo inmunológico
- Tres tomas al día, como tu cuerpo necesita: sin picos, sin sobrecargas
- Sin plástico en contacto, con respeto al cuerpo y al planeta
Pero esto no es una promesa milagrosa.
Es solo una herramienta más… para volver a ti.
Si estás cansada, no es flojera. Es un mensaje.
Y tal vez no necesitas hacer más, sino empezar a cuidarte diferente.
Con intención. Con conciencia. Con pausa.
Eso también es salud. Eso también es NATURSÍ